lunes, 24 de junio de 2013

La obra de teatro de una escritora

Asistimos, en Fauna, de Romina Paula, a la puesta en escena de un pensamiento netamente literario, a través de variados recursos propios de la narrativa escrita: juegos de espejos, dicotomías aparentemente insalvables, tensiones que se presentan como irresolubles, irrupción constante del metalenguaje y de intertextos, y tópicos temáticos propios de la literatura universal. Nada podría hacer suponer una casualidad: Romina Paula, tal vez la mayor promesa de la escena teatral argentina (decimos “promesa” no por haber hecho poco, sino meramente por una cuestión etaria: apenas pasa los 30 años), se formó como lectora y escritora, antes que como directora escénica. 

Lo central del argumento se puede resumir en pocas líneas: un director de cine (Rafael Ferro) y su actriz (Pilar Gamboa) viajan al litoral profundo en busca de información acerca de la vida de Fauna, una misteriosa mujer ya fallecida sobre la que los lugareños no escatiman en mitos y leyendas, poeta maldita, que se disfrazaba de hombre para entrar a los círculos de poesía. Allí, se encuentran con Luisa (Susana Pampín) y Santos (Esteban Bigliardi), sus dos hijos, quienes les contarán diferentes aspectos de la vida de su madre. De esa manera, quedará establecido el tablero sobre el que las fichas comenzarán a moverse. El débil y el fuerte; el seguro y el inseguro, el enamorado y el enamoradizo: aquí se trocarán los roles en un movimiento lúdico y constante.

Como toda buena pieza artística, Fauna plantea más interrogantes que certezas. Se pregunta acerca de qué es una historia (individual y colectiva), qué es narrar una vida, dónde están los límites, si es que existen, entre la realidad y la ficción. También sobre qué implica ser mujer, ser madre, ser hijo, y cuál es el lugar de la belleza. Con un libro de gran calidad, en el que no faltan las citas cultas ni las reminiscencias del habla popular, los cuatro actores se lucen en un juego de contrastes donde el amor puede tensar y descomprimir. Resulta difícil señalar a alguna de las actuaciones como destacada por sobre el resto. Estéban Bigliardi sigue sorprendiendo con una presencia arrolladora. La irrupción de su personaje, el rudo y sensible Santos, termina por imprimirle a la obra la velocidad y la tensión dramática que desde el principio se insinúa, al tiempo que aporta reflexiones sobre aquella vieja dicotomía entre saber letrado y saber experiencial. Pilar Gamboa, que personifica a Julia, la joven actriz que quiere hacer de Fauna, entrega matices delicados y transmite perfectamente la inseguridad y las contrariedades en las que está atrapado su personaje. Luisa, la hija mayor de Fauna, aportará pasajes fuertemente irónicos, humor negro, reflexiones filosóficas y citas literarias.

“La realidad es cruel, si se la vive como imposible de ser cambiada”, sentencia Santos casi sobre el final, y de esa manera deja plantada la necesidad de un arte revolucionario, inconformista, que asuma su poder como motor para la búsqueda de algo mejor.


Texto y dirección: Romina Paula  
Elenco: Esteban Bigliardi, Rafael Ferro, Pilar Gamboa y Susana Pampín
Iluminación: Matías Sendón
Escenografía: Alicia Leloutre y Sendón
Realización de escenografía: Ariel Vaccaro
Fotografía: Sebastián Arpesella 
Música: Liza Casullo  
Sala: Cultural San Martín



Publicado en el suplemento de Espectáculos de Perfil el domingo 23 de junio de 2013. La nota salió sin firma como parte de las medidas gremiales adoptadas en el marco de las Paritarias de Prensa 2013.


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